Por todo lo dicho, sin entrar en algunos errores del tono del discurso y de organización, no recomendaría a Alfredo Pérez Rubalcaba que se postulara en este momento como Secretario General, porque se podría decir que, a pesar de su indiscutible gran esfuerzo, está deslegitimado interna y externamente debido al resultado catastrófico obtenido; por muchos amigos y militantes que le apoyen de momento.
En cualquier caso, lo prioritario en el PSOE en estos momentos es tener un esquema de trabajo que nos permita renovar y modernizar totalmente el partido de abajo a arriba.