Hay que tener mucha desenvoltura, esto sí es un eufemismo, y poca consideración con la ciudadanía para hacer unas declaraciones como esas siendo la responsable pública de la seguridad vial. Sin duda, la Directora debe saber que la mayor parte de los conductores que optan por una carretera secundaria, cuando pueden tomar una autovía de peaje, lo hacen por motivos económicos. Como no todo el mundo puede permitirse determinados dispendios al realizar un viaje, en especial si no es un desplazamiento excepcional sino habitual, como el que realizan muchas personas que viajan con frecuencia por motivos personales o laborales, dejamos de tener todos las mismas oportunidades de “escoger” la seguridad sobre el riego en nuestros viajes por carretera.

A una autoridad con la inmensa responsabilidad, que ella ha sumido, hay que exigirle que se preocupe porque todas las carreteras reúnan las condiciones de seguridad suficientes como para que se minimicen los riesgos. Tanto como si se circulase por una carretera “de pago”. Y si no se ve con capacidad o con recursos suficientes para ello, que trabaje para que todos puedan viajar por las mejores vías sin coste alguno.

No se puede decir a la gente que la seguridad vial es una opción determinada por la capacidad adquisitiva de cada uno. Después de tantos años de campañas para la prevención de los accidentes de tráfico, no. Si se sigue deteriorando lo público mientras se cuida, se sufraga, se subvenciona lo privado (como saben una cosa tiene que ver con la otra) no tardaremos en escuchar a un responsable público decirnos que es mejor realizarse una intervención quirúrgica en un hospital privado, pagándola claro, que en uno público, porque en estos no hay garantías de supervivencia. Y lo más triste del caso será que lo escucharemos en un telediario y seguiremos con la cena como si nada.

Los efectos de una buena anestesia pueden ser sorprendentes. Y esa nos la van a seguir dando gratis.