El debate entre los candidatos a la Presidencia de la Comunidad celebrado en Telemadrid fue seguido por el 13.8% de la audiencia, lo que representa el 2.4% de los madrileños, es decir 255.000 personas.

Todos ellos comprobaron en directo y a través de una Televisión pública puesta al servicio del PP, que el candidato socialista a la Presidencia de la Comunidad ganó rotundamente y con claridad el debate electoral.

Se celebró bajo las condiciones abusivas y ventajistas de la señora Aguirre y del Partido Popular, tal y como afirmó Rafael Simancas al inicio del mismo desvelando de esa forma la actitud de la derecha y mostrando su capacidad y firmeza para defender en “casa ajena” la verdad y los intereses de los madrileños.

El modelo de debate en “tandas de dos” carece de antecedentes en nuestra televisión regional y en cualquier cadena de radio o televisión en la democracia. Fue una demostración de soberbia que se volvió contra ella y que pese a lo que pretendían, puso de manifiesto la capacidad política, dialéctica y el rigor de los compromisos de Rafael Simancas.

Esperanza Aguirre fue derrotada claramente por el candidato socialista. La prensa lo dice y los espectadores lo saben y por ello hay que transmitirlo con claridad y convencimiento. Porque es una verdad irrefutable.

En el PP ha habido un antes y un después de ese debate en su estrategia de campaña porque a pesar de la manipulación informativa, la propaganda sin limites y el abuso de poder en Telemadrid, Simancas derrotó la mentira y dejó clara la realidad del PP y de su candidata: son la derecha más dura y sólo sirven a los intereses de los más poderosos.

Esperanza Aguirre intentó ocultar con mentiras y frases publicitarias la realidad negativa de su gestión. Simancas mantuvo la iniciativa en todo momento y, una a una, fue desmontando las falsedades de su gestión.

El debate estaba concebido para el lucimiento de la señora Aguirre, para sus discursos simplistas y ramplones propios de un populismo de café; para mostrar un rostro amable que desdibujara el contenido político del encuentro. Simancas derrotó esa actitud, demostró la vacuidad de sus planteamientos y arrancó de la señora Aguirre su perfil enfadadizo y autoritario.

Durante todo el programa, Simancas demostró la vulnerabilidad de la señora Aguirre, la debilidad de su gestión y la inconsistencia de su programa.

Demostró que en las peores condiciones se puede plantear la confrontación y ganarla. Que sólo es posible derrotar al adversario si nos enfrentamos a él. Que disponemos de argumentos sólidos para manejar durante la campaña y que debemos redoblar el esfuerzo para romper las barreras de la propaganda y la desinformación y hacer llegar al electorado la verdad de su gestión y la fortaleza de nuestro candidato y de su programa.

Las elecciones no se ganan ni se pierden en las encuestas. Se ganan en los debates y en la campaña. Debemos multiplicar nuestros esfuerzos porque está en nuestras manos, tal y como demostró Rafael Simancas, desmontar su discurso y ofrecer una alternativa sólida, capaz y posible.

Ganar las elecciones es posible. Pero para ello es necesario aceptar que podemos ganarlas. El debate, organizado para la mayor gloria de la señora Aguirre, terminó siendo el comienzo del fin de la impunidad de sus mentiras.

En él, Simancas trazó el camino que ahora el resto de los candidatos y los compañeros y amigos del Partido debemos recorrer apostando por el éxito y por un nuevo Presidente de la Comunidad, Rafael Simancas.

Ahora, más que nunca, depende de nosotros.