Primeros días de clase y ya hay convocadas huelgas y días de brazos cruzados. Los profesores, más allá de una queja laboral, argumentan que esta forma de recorte, la que les supone tener que impartir más clases, merma la calidad de la enseñanza y no les permite dedicar tiempo suficiente a labores organizativas, a preparación de clases y a atención a los alumnos.

La Junta de Galicia inició esta “contrarreforma” cuando en junio pasado anunció que los maestros pasarían de tener 21 a 25 horas lectivas —que no laborales, estas ascienden a 37,5, aproximadamente igual a otros sectores laborales— por semana. Iniciativas similares han emprendido otras Comunidades con gobierno del Partido Popular. En julio se sumaron Madrid y Navarra y Castilla-La Mancha

La medida tiene un efecto directo sobre el empleo. Las horas extra que ahora pasarán a dar los funcionarios acaban con el trabajo de los interinos. La Consejería de Educación madrileña calcula una reducción de “gasto” (otros hablaríamos de “inversión”) de 80 millones de euros menos gracias al recorte de dos horas lectivas y la supresión de una hora semanal de tutoría con los alumnos y otra en la que los docentes responsables de cada clase se reunían para poner en común la evolución educativa y a planificar. ¿Por qué no se le habrá ocurrido a la señora Aguirre ahorrar en publicidad institucional, en el Canal Metro o en seguir manteniendo debates dogmáticos en Telemadrid?

Los docentes aseguran que la calidad educativa se verá mermada. El impacto en los interinos es casi imposible de medir a estas alturas, cuando en muchos casos no están cerradas las matriculaciones y se desconoce cuántos eventuales harán falta. Hay 65.000 interinos de los más de 490.000 profesores de la Educación pública. En Madrid los sindicatos calculan que con los recortes se perderán unos 3.000 los puestos de trabajo.

Las dos, tres o cuatro horas semanales que se le añaden a los profesores tienen un impacto mucho más profundo de lo que sugiere su enunciado. Significa no dedicarles un tiempo de tutoría muy útil a los alumnos, no poder programar las clases, falta de flexibilidad, se pierden las horas complementarias en las que se hacen actividades, muchas cosas que no se ven y que hacen que el alumno esté atendido. Educación es sinónimo de futuro, ¿por qué los dirigentes del PP se afanan en desmoronarlo? Menos mal que, como aseguran día sí y día también, si llegan al poder el 20-N no harán recortes en Educación…