Es una comedia romántica a la europea, escrita, dirigida y protagonizada por Til Schweiger. Actor que hemos visto en el reparto de “Malditos bastardos” film dirigido por Tarantino y protagonizado por Brad Pitt.
Til Schweiger, toda una celebridad en Alemania y un nombre habitual en producciones del más diverso calado se coloca delante y detrás de las cámaras en esta historia que se ha convertido en una de las películas más taquilleras de la historia del cine de su país.
Ludo Dekker (Schweiger) es un periodista sensacionalista y sin escrúpulos que, tras pasarse de la raya más de lo habitual, es condenado a cumplir trescientas horas de servicios sociales en una guardería. Su sorpresa será mayúscula cuando descubre que el jardín de infancia es administrado por Anna (Nora Tschirner), objeto de sus burlas cuando tan sólo eran unos niños.
Probablemente, lo más original de “Un conejo sin orejas” es su título, porque todo lo demás es absolutamente predecible como casi siempre en este género. Pero no por ello deja de cumplir su objetivo, hacer pasar un buen rato. La comedia romántica no se basa precisamente en contar historias novedosas o en introducir giros de la trama que sorprendan. Por ello, carecería de sentido esperar que una de estas películas se distinguiese por esos motivos. Lo que sí hay que pedirle, y eso es lo que realmente resulta difícil de encontrar, es que funcione, es decir: que sintamos la química entre los personajes y estemos pendientes de ver el devenir de esa historia de amor. Y en eso, funciona con precisión germana.
Los intérpretes, tanto los principales como los secundarios, están muy bien en sus papeles, pero dejando, en todo momento, claro que Til Schweiger es la estrella. Nora Tschirner, en el papel de Anna, le da la réplica con una ingenuidad que enternece.
Hay que destacar su estética elegante y especialmente su cuidada fotografía. Son buenos los chistes sobre el mundillo del cine y del periodismo y muy curiosos los cameos (apariciones fugaces) de los actores famosos, especialmente el que abre la película, con Jürgen Vogel, protagonista de “La ola” (“Die Welle”).