Los Gobiernos europeos están poniendo a disposición de los Bancos cifras fabulosas de dinero para que no se hunda el sistema financiero y solucionar la crisis. Pero estos esfuerzos de los Gobiernos parecen insuficientes debido a la gran magnitud de los daños –que no han sido evaluados en toda su extensión– y la situación de los Bancos de los países del Este de Europa, donde prácticamente no se ha realizado rescate bancario y está por ver el efecto de su bancarrota sobre los Bancos centroeuropeos. Pero además, cunde el interrogante sobre qué podrá suceder cuando los Bancos comiencen a disponer de nuevo de liquidez, ¿volverán a las andadas, a incrementar el crédito, a favorecer el endeudamiento y a dirigir el dinero allí dónde sea más rentable?