No suele ser fácil hacer un análisis en los primeros momentos tras cualquier proceso electoral, y más aún en unas elecciones autonómicas y municipales, donde la realidad de cada territorio es un factor importante. En este caso, sin embargo, el resultado es claro: victoria contundente del PP y derrota dura del PSOE, con una diferencia de más de dos millones de votos a favor del PP. Aparte de lo abrumador del resultado, se pueden sacar algunas conclusiones.

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