El chiste recurrente sobre un Mariano Rajoy repanchingado plácidamente en una hamaca, procurando no hacer ni decir nada, transciende el propósito humorístico de los viñetistas para convertirse en un dato inquietante de la situación política española. La realidad es que los estrategas del PP consideran que Rodríguez Zapatero se ha venido quemando solo y, por lo tanto, lo único que debe hacer en estos momentos el líder del PP es no cometer ningún error, ni proponer ninguna iniciativa política que pueda suscitar rechazos en algunos de los electores que podrían votarle, no tanto por sus virtudes o propuestas programáticas propias, sino por mecanismos de rechazo cruzados. Con tal estrategia pasiva no se hace sino avalar la convicción de aquellos que sostienen que en España las elecciones no se ganan, sino que las pierden los “otros”.

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