La historia del pensamiento político nos ofrece ejemplos de cómo a partir de un hecho puntual o aspiración de una muy escasa minoría se puede levantar una bandera reivindicativa, de tal forma que lo que en principio interesaba a unos pocos se transforma en demanda de amplísimos colectivos sociales. La existencia de un caldo de cultivo en la sociedad, que lo favorezca y alimente, juega un importante papel. En otros casos ese caldo de cultivo no existe o tiene escasa entidad, pero se fuerza su aparición. Algo de esto podría explicar el espectacular crecimiento del independentismo en Cataluña, claramente minoritario hace muy pocos años. Sin embargo, aprovechando el victimismo consustancial a los nacionalismos y los errores de bulto que en su tratamiento han cometido el actual y anterior Gobierno se ha conseguido crear un conflicto en nuestro país de extraordinaria magnitud y muy incierto desenlace.

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