UN FUTURO DEMASIADO EXOTÉRICO
Todo es tan previsible que parece inevitable. Hacía tiempo que se sabía que la interculturalidad era un buen deseo, expresado por una sociedad ensimismada en su calidad de vida. Ahora, transformada la calidad de vida en simplemente vivir, el ensimismamiento entra en expansión incontrolada. Y esto desaloja. Primero serán expulsados los más desintegrados legalmente (sin papeles). Después, en una incentivación de migración circular sin retorno, los que acepten con agrado marcharse. Más tarde, se les hará la vida imposible de forma que los siguientes lo harán de mal grado. Por último, se llegará a los inexpulsables. Los inmigrantes de fuera de la Unión Europea pero con nacionalidad alemana, francesa, española, etc. que no se quieren integrar. A estos les espera el ghetto. No sólo un agrupamiento urbano producido por las redes familiares, las ventajas económicas del lugar, etcétera. Será sobre todo un enclaustramiento social, con desprecio y persecución policial. Y nos parecerá bien. ¿Por qué?
Lee mas