Lo primero que se aprende en investigación es que la mayor parte de la realidad no tiene nombre. Con la mirada Emic cotidiana solo reconocemos lo aprendido y podemos verbalizar. Investigar es descubrir, mirar fuera a una realidad sin nombre. Todo lo que queda fuera del campo de visión obliga a una labor de creación verbal. Al final es una tarea inversa de la literaria. En general, los literatos crean mundos con palabras mientras los científicos necesitan crear palabras para los nuevos mundos que descubren. ¿Qué diccionario exigirá verbalizar un mundo cuántico? ¿Qué palabras una nueva forma de organización social?
No queda otra, un repertorio mental limitado a las mismas palabras es siempre dar vueltas a lo mismo. Eso explica la afición a la palabra escrita, y por tanto definitiva, de la mayoría de las religiones. Escritas en pergamino, en piedra o en las creencias de las personas el sentido religioso de la vida se anota en pocas palabras. En esa estamos y con toda la modestia que puedo sin llamarme Modesto propongo una palabra para describir el nuevo orden mundial versión prime time: esperpenjlidades. Refiere a la sensación de angustia mental que producen situaciones que combinan el esperpento con la perplejidad. Es un fenómeno que produce sobre todo la información cuando en su afán performativo crea paradojas: es reconocido que en cualquier conflicto la primera víctima de ambos bandos es la verdad.
Veamos algunos ejemplos de esperpenjlidades. En Ucrania, la defensa de su derecho para que se incorporará a una alianza militar que defiende la paz termina en guerra. Allí se llega practicando la técnica del bonsái a la política internacional en forma de juego de palabras. “Putin no quería que Ucrania fuera neutral, quería neutralizarla”. Ahora la Unión Europea ya no solo deja de ser neutral a su manera (como actor diferenciado y alternativo) es que ha sido neutralizada. Económica, política y militarmente. La pieza capturada en el tablero global no ha sido Ucrania sino el futuro de la Unión Europea. Me da que algunos gobiernos europeos ya lo han visto desde hace tiempo y el problema ahora es cómo desvestir al santo y encontrar un acuerdo (vía preferente de la UE) cuando su brazo armado (OTAN) prefiere una victoria. Difícil equilibrio dónde se juega el qué será de Rusia simultáneamente con el qué será de la Unión Europea.
Esperpenjlidad es que la Declaración Universal de los Derechos Humanos se refiera a un universo tan estrecho y finalmente plegado sobre sí mismo. En los países árabes, durante el mundial no solo se patearan pelotas de futbol, también se echaran balones fuera. Tal y como nos echaron de Afganistán los talibanes. Biden declaró paria a Mohamed bin Salman y poco después energéticamente amigo (buen apretón de manos le dio Macron). Ahora Biden declara un paria a Putin. Es muy de mentalidad norteamericana, desde el centro del universo libre, declarar parias. Se ve que expulsados de Norteamérica los parias se ven obligados a vagar por el resto del mundo, Roma y el caribe incluidos. Queda la duda de un regreso de Trump, que le volvería a dar un enérgico apretón de manos a Putin. Maduro es, como tantos con capacidad para llenar el mechero, otro paria en revisión y que quiere que les diga, es una esperpenjlidad este no parar de parias de ida y vuelta. En todo caso, la nueva palabra es un desafío: el mundo está esperpenjlizado, quién lo desperpenjlizará. El desperpenjlizador que lo desperpenjlarice la Unión Europea salvará.