Elia Barceló, Roca Libros, 2021
Hace unos meses leí esta interesante novela, que he dejado reposar en mis recuerdos por lo que me evocó sobre las historias que todos entrelazamos en nuestros viajes. Un texto intrigante, entre realista y criminal en donde un joven, Ariel Lenormand, se entrega a escribir la biografía de un eminente escritor argentino, Raúl de la Torre, que años atrás decidió acabar con su vida. Un hombre colmado de contradicciones que, en el Paris de los años sesenta del siglo XX, ocultó su verdadero yo con apariencias y disfraces ajenos a su ser. Y también, un literato de un extraordinario éxito, con amores azarosos y una fuerte implicación política, en una época en dónde no ser lo esperado suponía estar en el centro de las críticas de una sociedad que daba la espalda a lo considerado irreverente.
Ariel Lenormand, en su inocencia, conoce de primera mano a los más próximos a Raúl: su editor, sus amigos y Amelia, su primera esposa, una mujer misteriosa y sofisticada donde las haya, que le adentra en los entreverados caminos en común con el literato. Le imbuye en su propia piel, en su madura belleza y en su extraordinaria inteligencia, quedando desbordado por un regalo de tan incalculable valor que nadie en su juventud espera, aunque anhele.
El misterioso mundo de Raúl hace suyo a Ariel, que queda arrebatado en dar respuesta a cuatro preguntas sobre tan ilustre personaje: ¿qué le llevo a confesar su homosexualidad, en unos tiempos oscuros de silencio?, ¿por qué se arrebató la vida?, ¿qué esconde su obra de escritor de fama?, ¿por qué sus más próximos mienten sobre su figura?
Disfraces terribles es una trama inquietante, en donde lo mejor y lo peor del ser humano confluyen de la mano de unos personajes marcados por las heridas que dejan los años y por las dádivas resultantes del disfrute de lo más sencillo y, a la par, lo más complejo. Sinfonías aparentemente armónicas de experiencias simultaneas y concadenadas que, paradójicamente, no siempre culminan con acordes equilibrados.
Una lectura que les hará reflexionar en los días calurosos de verano…
