Javier Reverte, Plaza y Janés, 2021.
Javier Reverte, fallecido en octubre de 2020, ha dejado a sus lectores huérfanos de historias comprometidas, amenas y eruditas. Relatos escritos con donaire, en los que revelaba su extraordinario dominio del lenguaje, a la par que salpicaba de citas de grandes figuras universales (Homero, Ariosto, Rilke, Shakespeare, Camus…) que nos trasladan desde la cotidianeidad hacia lo más elevado.
La trama es ágil y a buen seguro sorpresiva para los que no hayan navegado por el mundo de Reverte, pues en ella convergen desde la sátira, el esperpento, la picaresca, el costumbrismo, llegando al absurdo. Cuando la leí en múltiples ocasiones no pude por menos que sonreír, sobre todo cuando incurría, con el sentido del humor que le era propio, en duras críticas hacia las principales instituciones y estamentos de nuestra sociedad. Pero también sentí la necesidad de empatizar con su protagonista y con algunos de los convocados en semejante historia. Y sentí compasión, por evocar de la mano del autor vidas grises de personas anónimas, que todos en nuestro camino hemos conocido.
Así es Desi, el protagonista principal, un perdedor, un hombre libre con alma de filósofo que vive en una pensión del barrio madrileño de Lavapiés: El Tesoro. Un lugar de encuentro de personajes con pies de barro, perdidos y rotos, aunque con la esperanza que confiere la fuerza de la vida. Y junto a ellos su dueña, una mujer de armas tomar, pragmática donde las haya que gira y gira, sin echar la mirada al ayer. Desi se introduce en una “secta” secreta, apodados sus miembros a sí mismos “los Insurrectos”. En esta coinciden desde un millonario cuyo objetivo es dar fin al capitalismo, hasta un sacerdote que quiere acabar con la Iglesia. El cometido que le confieren le atormenta e impide disfrutar del goce del amor carnal, en una relación con una joven que le embelesa y roba el corazón. Una joven que escondida en su silencio se acerca y aleja, como el viento arrebata a las velas de los barcos de su destino,
Valle Inclán y Gómez de la Serna se descubren en esta novela que nos ha legado Reverte, un viajero ilustrado que surco el planeta y la naturaleza humana en busca del sentido. El sentido de la vida, que solo unos pocos rozan, pero que él con toda seguridad logro aprehender y que trató de transmitir a sus fieles seguidores.
Cuanto te echamos de menos, maestro de realidades e ilusiones. Nos queda el consuelo de que siempre nos acompañará tu extraordinario universo creativo. Así será…