Un 81,4 por ciento de los españoles cree que los impuestos no se cobran con justicia y no paga más quienes más tienen, según la encuesta de Opinión Pública y Política Fiscal del CIS, del mes de julio de 2021. 5,2 puntos porcentuales menos que hace un año, cuando opinaba así un 86,6 por ciento.
Este dato puede ser un indicador del porqué de las acaloradas discusiones cuando se habla de impuestos en nuestro país. Algo, por cierto, cada vez más habitual en las sociedades democráticas. Hasta el punto, de que cuando se producen elecciones de cualquier tipo es uno de los temas donde las distintas fuerzas políticas vienen haciendo más promesas.
Los impuestos que pagan los ciudadanos tienen que ver con el modelo de sociedad en el que queremos vivir. Es decir, primero decidimos en qué tipo de sociedad queremos vivir y según la elección habrá que pagar más o menos impuestos.
Es importante tener esto presente, porque los españoles, a través de la Constitución, decidimos vivir en una sociedad donde, como señala el artículo 31.1, “todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica mediante un sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y progresividad que, en ningún caso, tendrá alcance confiscatorio”.
Con esta definición, los españoles decidimos el tipo de fiscalidad que queríamos para tener crecimiento, reducir la desigualdad y garantizar recursos públicos para hacer efectivos los derechos humanos en la vida diaria de las personas. Eso fue lo que decidimos, pero desgraciadamente la realidad es otra. Y no pagan más impuestos quienes más tienen.
Un 62,9 por ciento de los ciudadanos cree que los españoles, a la hora de pagar impuestos, son poco o nada conscientes y responsables.
El 61 por ciento de la población cree que la administración hace pocos/muy pocos esfuerzos para luchar contra el fraude fiscal.
El 84,1 por ciento de los ciudadanos creen que la Administración hace pocos/muy pocos esfuerzos para explicar el destino de los impuestos.
Esta realidad viene a demostrar la urgencia que existe a la hora de abordar una reforma de la fiscalidad en España, dentro de un nuevo contrato social para el siglo XXI. ¿Con qué fin? Con el objetivo de aumentar la prosperidad, la igualdad y el bienestar de la población.
Hay que seguir repitiéndolo una y otra vez. Simplificar la fiscalidad y hacerla más justa hará posible contar con una recaudación permanente y adecuada, que posibilite unos servicios públicos de calidad para toda la población. Y en ese camino, sería bueno desarrollar también una cultura de protección de lo público, una mayor información sobre lo que suponen los impuestos y quien y cuánto paga, y una persecución eficaz del fraude.
De este modo, se superaría una realidad donde continúa existiendo la percepción de que:
- a) Se pagan demasiados impuestos. Un, 46.2 por ciento de los españoles cree que los españoles pagamos muchos impuestos, el año pasado opinaban así un 40,3.
- b) Se pagan más impuestos que en otros países europeos. Un 39,6 por ciento cree que se pagan más impuestos en España en comparación con otros países más avanzados de Europa, cuando el año pasado opinaban así un 35,5 por ciento.
- c) Estamos en un país con un gran fraude fiscal. Un 91,4 por ciento de la población cree que existe mucho o bastante fraude fiscal. El año pasado opinaban así el 94,6 por ciento.
España necesita una fiscalidad justa, donde page más quien más tiene, donde se persiga el fraude fiscal y donde se explique a los ciudadanos adecuadamente la finalidad y la utilización de los impuestos.
Hay que realizar mucha pedagogía fiscal en nuestro país. Y para ello, habría que realizar una campaña continuada en los medios de comunicación. Pero también habría que educar a los ciudadanos en los centros educativos.
El 59,2 por ciento de los españoles opina que los impuestos son necesarios para que el Estado pueda prestar servicios públicos. 4,4 puntos porcentuales menos que el año pasado, cuando opinaban de esa manera el 63,6 por ciento, según la encuesta de Opinión Pública y Política Fiscal del CIS.
Un 23,2 por ciento señala, que los impuestos son algo que el Estado nos obliga a pagar sin saber muy bien a cambio de qué. 4,5 puntos porcentuales más que el año pasado, cuando opinaban así el 18,7 por ciento.
Y para un 14,9 por ciento, los impuestos son un medio para redistribuir mejor la riqueza en la sociedad. 0.5 puntos porcentuales más que el año pasado (14,4 por ciento)
Apliquemos la Constitución, porque de esa manera se puede conseguir una reducción significativa de las desigualdades de renta y de riqueza.
A por ello.