A medida que se acercan las fechas de las elecciones, las sociedades se ven sometidas a tensiones propias de tales dinámicas. Sobre todo, aquellas en las que existen mayores dudas y ambivalencias en las inclinaciones de voto.

España ha venido siendo, desde la aprobación de la Constitución de 1978, una sociedad en la que, aun existiendo una inclinación general de la población hacia posiciones progresistas y de izquierda moderada, se ha seguido una secuencia de ciclos de al menos dos legislaturas con preponderancias de gobiernos de uno u otro color.

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