El otro día, bajo la sofocante ola de calor en Madrid, volví a escuchar en la radio la canción de Presuntos Implicados “Cómo hemos cambiado”. Ese estribillo pegadizo que recordamos los de mi generación:
“Ah, cómo hemos cambiado
Qué lejos ha quedado
Aquella amistad
Y así como el viento lo abandona todo al paso
Así, con el tiempo todo es abandonado
Todo aquello que se da (Todo aquello que se da)
Alguien lo descuidará
Así, con los años unidos a la distancia
Fue así como tú y yo perdimos la confianza
Cada paso que se dio (Cada paso que se dio)
Algo más nos alejó”
En éstas estaba, cuando en un semáforo pude observar cómo, de pronto, dos personas de mediana edad parecían reencontrarse después de cierto tiempo. ¿Por qué llegue a esa conclusión? Porque se quedaron a medio camino entre un abrazo, o un beso, que al final quedó en lo que parecía un cordial apretón de manos, para continuar hablando con expresión de lo que parecía alegría.
Esta imagen, que ya he visto en otras ocasiones, y que también me ha tenido a mí como protagonista, me hizo pensar como hemos cambiado y nos ha cambiado estos años de pandemia en cuestiones que estaban muy arraigadas culturalmente en nuestra sociedad y que ahora parece que cuestan un poco más.
Es cierto, que cuando he preguntado por estos cambios de hábitos, las personas al principio son reacias a reconocer ciertas modificaciones en su comportamiento. Pero, según va avanzando la conversación comienzan a contar situaciones que les han ocurrido en este sentido. Algunas de ellas con mucha gracia.
Pero frente a nuestras experiencias en los entornos por los que transitamos habitualmente, en España tenemos la ventaja de contar con el Centro de Investigaciones Sociológicas, que nos proporciona datos fiables frente a tanta fake news. Así, en el barómetro de junio de 2022, hay información interesante relacionada con este tema:
¿Sabías que el 24 por ciento de los españoles ha dejado de saludar estrechamente la mano?
¿Sabías que el 29,4 por ciento de la población ha dejado de dar un abrazo como saludo o despedida?
¿Sabías que el 34 por ciento de los ciudadanos han dejado de saludarse o despedirse con dos besos?
¿Sabías que el 15,5 por ciento de los españoles ha dejado de chocar la mano?
Son datos, que muestran un cambio en los hábitos sociales, que tendremos que analizar en el tiempo para comprobar si son puntuales o se convierten en una tendencia permanente en una sociedad como la nuestra.
Pero, por ahora, si profundizamos un poco, podemos observar algunas cuestiones interesantes, aunque solo sea como tema de conversación con los amigos:
- Las mujeres han modificado más su comportamiento que los hombres. Así, el 32,7 por ciento ha dejado de saludar estrechamente la mano. El 34,1 por ciento ha dejado de dar un abrazo como saludo o despedida. El 38,3 por ciento ha dejado de saludar o despedirse con dos besos. Y un 21,6 por ciento ha dejado de chocar la mano.
- Las personas entre 65 y 74 años son las que más han modificado su comportamiento. Llegando a darse el hecho de que un 42 por ciento ha dejado de saludar o despedirse con dos besos, frente a un 40,2 por ciento que lo hace sin problemas. En sentido contrario, los jóvenes son los que continúan más con estos hábitos sin problemas.
- Por estudios, las personas con estudios de Primaria son las que más porcentajes presentan de dejar de hacer estos hábitos.
En otro orden de cosas, un 33 por ciento abre una puerta con la mano fuera de su domicilio, pero no le gusta. Un 30,8 por ciento, utiliza un cajero automático, pero no le gusta. Un 30,4 por ciento, toca los productos en el supermercado, pero no le gusta. Un 16,9 por ciento utiliza monedas y billetes, pero no le gusta y un 11,5 por ciento los ha dejado de utilizar. Y un 29 por ciento, se sujeta con la mano a la barra de un transporte público, pero no le gusta, y un 10,7 por ciento lo ha dejado de hacer.
Ah, cómo hemos cambiado. Y que lejos ha quedado aquella normalidad prepandemia, que no sé si se recuperará.