Es el caso del último informe del Fondo Monetario Internacional que, después de decirle a España que hay que apretarse el cinturón y rebajar sus salarios, ahora nos alerta de la dramática brecha social que en nuestro país se está produciendo; aquí es donde más ha crecido y sigue creciendo la desigualdad social. También la OCDE, otra institución al igual que el Fondo Monetario nada sospechosos de ser “izquierdistas peligrosos”, insiste en lo mismo: España es el país donde la crisis ha creado mayor desigualdad; mientras la población más rica apenas han reducido sus ingresos un 10%, para el 10% más pobre sus ingresos han caído más de un 14%. Y eso considerando el periodo en el que se inició la crisis, que todavía no se han analizado los años más cruentos donde el gobierno del PP ha ayudado gratuitamente a que esta injusta y dramática desigualdad creciera.

Estos datos alarmantes de Desigualdad y Pobreza que todos los días los vemos reproducidos en los rostros y la angustia de millones de familias españolas deberían hacer reflexionar al Gobierno y a las cúpulas económicas de nuestro país. Pero no es así. Lejos de prender aunque sea la compasión (ya que la inteligencia parece brillar por su ausencia), se sigue incidiendo en las mismas medidas económicas y laborales que hunden las posibilidades de devolver a España a un país de dignidad.

No es el camino que el Gobierno del PP ha escogido ni tampoco por el que apuestan las cúpulas económicas de nuestro país. Más bien al contrario. Lo que estamos escuchando y viendo son obscenidades propias de personas sin ningún tipo de moralidad ni decencia.

Y a algunos casos me remito:

– Resulta obsceno que la cúpula empresarial pida salarios más bajos que el Salario Mínimo Interprofesional (¡¡¡de 624 miserables euros al mes!!) para el trabajo de nuestros jóvenes. Dicen que es una forma de propiciar las contrataciones. Seguro que si se les contrata por un plato de lentejas saldrá más rentable, en la época de la esclavitud los beneficios empresariales eran mucho mayores. Y resulta obsceno que lo propongan aquéllos que vieron en los cursos de formación y demás ayudas sobresueldos extras, o que todavía no se hayan “apretado un botón del cinturón” cuando muchos de sus trabajadores están engrosando la lista de los pobres europeos.

– Resulta obsceno que todavía no estén en prisión los políticos y amigos culpables de las corrupciones y estafas más indecentes que se hayan producido en la historia democrática de cualquier país. España no ha vivido un caso aislado de corrupción. La corrupción, el engaño y la estafa han sido nuestro “modus vivendi”. Y resulta obsceno que Rajoy esté al frente de un país democrático imponiendo medidas de austeridad y represión social, mientras que los máximos dirigentes de su partido están siendo investigados judicialmente por corrupción.

– Resulta obsceno que los Bancos rescatados con dinero público comiencen su andadura de recuperación, y que no devuelvan lo que se les prestó con mucho sacrificio para los españoles.

Y el primer puesto de la Obscenidad la lidera Rodrigo Rato.

Este personaje (que salió por la puerta de atrás del Fondo Monetario Internacional) está imputado por su pésima gestión (por decirlo elegantemente) por la salida a bolsa de Bankia, rescatada por el Estado con más de 20.000 millones de euros, y con miles de familias afectadas por la estafa de las preferentes, pero acaba de ser contratado por Servihabitat para su Consejo de Administración.

Además de La Caixa, también está pluriempleado por Santader y Telefónica. Tal y como informa el Diario.es, Rodrigo Rato fue contratado a principios del 2013 por Telefónica con un sueldo cercano a los 200.000 euros anuales; posteriormente, en septiembre, el Banco Santander anunció su incorporación como asesor internacional (¿cuánto cobra?).

Y encima tiene “todo el derecho” a rescatar el fondo de pensiones que generó al frente de su cortísima -pero dolorosa- gestión al frente de Bankia que asciende a 522.000 euros, porque el buen señor acaba de cumplir 65 años. ¡¡¡Felicidades!!!

El hecho de estar imputado por la mayor estafa que se ha producido en nuestro país no ha impedido que este señor encuentre pluriempleos millonarios y pensiones de infarto en una época donde la mayoría de los españoles lo están pasando francamente mal.

No concibo, y lo digo sinceramente, cómo alguien puede cobrar este tipo de salarios sin inmutarse ni ruborizarse, ni siquiera entiendo para qué quiere alguien acumular tanto dinero (y por favor, no me digan que no soy de este mundo, porque la mayoría de los ciudadanos no lo somos). Hace mucho tiempo que descubrí que no se pagan estos sueldos por el buen trabajo ni una capacidad brillante de gestión o de inteligencia, sino que se pagan los contactos, los favores, y los trapicheos. Seguramente a eso obedecen este tipo de contractos que hoy ostenta Rodrigo Rato: a los muchos favores que en una economía obscena, con obscenas relaciones entre política y dinero, con obscenos salarios autoimpuestos, con obscenas decisiones para repartirse los beneficios, permite hoy que sigan al frente de nuestros círculos de poder, personas tan obscenas como Rodrigo Rato.

No hace falta ver la película de Scorsese “El lobo de Wall Street” para darse cuenta de cuál ha sido la economía pervertida y obscena sobre la que se han creado nuestras sociedades desarrolladas.

Lo obsceno en España es que esto no es una película ni siquiera está basada en pasados hechos reales. ¡¡Son propiamente hechos reales!!