Me encontraba pensando que el presente no existe y en realidad habitamos siempre el futuro. La construcción en tres categorías es sin duda una elaboración cultural, donde el pasado (antepasados, ancestros, linaje) legitima un “presente inexistente” que se estabiliza gracias a la promesa o amenaza de un futuro (sea paraíso, infierno, reencarnación o progreso y desarrollo económico). ¿Cómo sería vivir en una sociedad donde solo se conciba el pasado y un futuro en el que se vive de continuo? Si el futuro es simplemente lo que llamamos “ahora” y desaparece del horizonte, ¿dónde queda el miedo o la ambición? ¿Qué diría Albert Camus? Las relaciones sociales simplificadas a un “strangers in the night”… En “Si la cosa funciona” gritaba Woody Allen despertando de una pesadilla “He visto el abismo” y su pareja le decía “pues vemos otra película”. Ciertamente si reconocemos que hoy es el único futuro real miramos el abismo. Luis Eduardo Aute lo musicaba “decir mañana es un crimen…”

Estaba en ese momento frente a la televisión. Hoy en día es fundamental pensar con la televisión o la radio puesta. Sucede algo curioso. Si usted se queda sentado pensando sin hacer nada es como muy raro. Parece que algo va mal o está aburrido o ha enfermado. Piense frente a la televisión y todo se normaliza, ya verá. Yolanda Díaz tenía 7 años cuando se estrenó “Io sono mia”, una película dirigida por Sofía Scandurra, feminista, beligerante y guerrera. Hace unos días se encontró en la obligación de recordárselo a todos los héroes de “caspa” y espada, defensores “empotrados” de la igualdad de la mujer. “Yo soy mía” recordaba. Y es asunto delicado.

Como animales que somos no nos queda otra que ser ecologistas. Nos va en ello. Cuando tenemos sed o hambre somos como cualquier otro ser vivo. Todos somos uno en una naturaleza compartida. Ser feminista es algo más escorzado siendo el género una construcción cultural. Navegamos el mismo mar de valores, prejuicios y estereotipos, pero en cascarones diferentes y todo significa. En esa me pasan una “promo” muy feminista con voz en off masculina. Por la música heroica y el tono de resistencia numantina, la voz del núcleo irradiador no puede ser femenina. Ya pasó con Hall 9000, que iba a ser mujer y “castineó” en hombre. Ahora ni siquiera con las mujeres en papel estelar. Quizás un caso de “ser muy mío”.

Gritaba Meloni “Io sono Giorgia, sono una donna, sono una madre, sono italiana”. Yolanda Díaz hablaba de mandar sobre sí misma, de cómo “estar” en el mundo. Meloni lo hacía del “ser” como un reflejo de los demás. Un caso distinto de posesión. Díaz reafirma que se posee, mientras que Meloni declara que es poseída. Son distintas hablando para gentes distintas. Y esa es la cuestión ser o estar, poseer o ser poseída. Voz o eco. Como dice la frase de t-shirt: “Sin mí no soy nada” o en canción: “For what is a man/woman? What has (s)he got? If not himself/herself – Then (s)he has naught…”. Sin querer queriendo vamos “da capo”. Es una cuestión de voluntad y volvemos al existencialismo,  Friedrich Nietzsche, Albert Camus, Woody Allen…. Sinatra, Aute…