El FMI alerta sobre las dificultades provocadas por la pandemia de la Covid-19 en la economía mundial. En un informe titulado Perspectivas de la economía mundial: un largo y difícil camino cuesta arriba (https://www.imf.org/es/Publications/WEO/Issues/2020/09/30/world-economic-outlook-october-2020) afirma que se prevé que este año casi 90 millones de personas caerán en la indigencia.
En sus previsiones de octubre están proyectando una recesión menos grave de la que preveían con antelación, pero profunda. En su informe aseguran que se ha podido atenuar un poco la situación creada por la pandemia debido a las actuaciones “de respuestas sustanciales, rápidas y sin precedentes desplegadas en le terreno fiscal, monetario y regulatorio, que mantuvieron el ingreso disponible de los hogares, protegieron los flujos de efectivos de las empresas y apuntalaron el suministro del crédito. Colectivamente estas medidas han evitado, por el momento, una catástrofe financiera como la de 2008-09”. Ello quiere decir, que el Fondo Monetario Internacional saluda las políticas económicas expansivas y de inversión pública como garantía para salir del atolladero terrible creado por la pandemia a nivel mundial. Además, advierten de la “necesidad de una cooperación internacional vigorosa sobre el respaldo sanitario y financiero a países con escasa liquidez”.
El informe ejecutivo reconoce que la pandemia “borrará” el progreso realizado desde la década de los años 1990 en la lucha por la reducción de la pobreza mundial y agudizará las desigualdades. En este sentido apunta que las personas que dependen del salario diario y carecen de la protección de una red de seguridad laboral formal quedaron expuestas a una pérdida repentina de ingresos cuando se impusieron las restricciones a la movilidad. Los trabajadores migrantes han sido los más afectados por estas situaciones, pudiendo caer por debajo de los límites de las privaciones extremas de 1,90 dólares al día.
En sus previsiones para España los datos son preocupantes para 2020, situando a nuestro país con un decrecimiento económico de -12,8%. Sin embargo para 2021 la previsión mejoraría sustancialmente, y nos situaría en un crecimiento positivo de +7,1%.
Intermon Oxfam ha dado también la voz de alarma sobre las consecuencias para el aumento de la pobreza y las desigualdades de la pandemia de la Covid -19. En su informe Después será demasiado tarde (https://oxfamilibrary.openrepository.com/bitstream/handle/10546/621065/bn-later-too-late-hunger-covid-19-131020-es.pdf) -que dio a conocer con motivo de la Semana para la erradicación de la pobreza– asegura que es prioritario poner en marcha medidas urgentes para blindar la educación, la sanidad y la protección social, ampliando el Ingreso Mínimo Vital en España.
Oxfam Intermon asegura que en España podría aumentar la pobreza en 1,1 millones de personas por el impacto de la pandemia, llegando a alcanzar la cifra de ciudadanos pobres en nuestro país los 10,9 millones de personas. Esto supondría que 1 de cada 23 compatriotas estarían en situación de grave vulnerabilidad.
Se hace imprescindible luchar contra la precariedad laboral y la protección de los derechos laborales, atendiendo especialmente a mujeres, jóvenes y personas migrantes, que son los que están sufriendo con más intensidad los efectos de la crisis provocada por la pandemia.
En este sentido, Oxfam considera “imprescindible que los Presupuestos Generales del Estado presten atención a las personas más vulnerables y a paliar los efectos de la crisis socioeconómica para que nadie quede atrás”. Es imprescindible evitar que la pobreza extrema pase del 20,7% (en la actualidad) al 23,07% que se prevé.
En resumen, las previsiones de estas dos organizaciones internacionales alertan de las funestas consecuencias de la pandemia de la covid-19 sobre la economía, y de su efecto negativo sobre las vida de millones de personas, con graves aumentos de la pobreza y las desigualdades. La única forma de evitar el desastre mayúsculo que se avecina es reforzando los sistemas de salud pública, educación pública y asistencia social, así como aumentando las dotaciones de rescate vital a través de los incrementos y la extensión del Ingreso Mínimo Vital. Esto significa que las economías mundiales deben entrar en un cambio de paradigma, primando la inversión y el gasto público para salvar a las personas.
El Gobierno de España camina por una buena senda, ya que desde que se inició de esta pandemia ha puesto en circulación ingentes cantidades de recursos como “escudo social” para la protección de las personas. Además, tiene previsto el desarrollo de un amplio Plan de Recuperación, Transformación y Resilencia de la economía española (https://www.lamoncloa.gob.es/presidente/actividades/Paginas/2020/071020-sanchez_plan.aspx ), con una dotación de 72.000 millones de euros de fondos europeo que se invertirán hasta 2023.