Lasse Hallström, con su buen hacer, logra con unos escasos contenidos cómico-románticos hacer una película cargada de buena sátira política y de sorprendentes choques en lo social, cultural y religioso. La historia no es otra, que la de un sueño o capricho del jeque Mohamed ben Zaidi bani Tihama (Amr Waked) que siendo un incondicional de la pesca con mosca decide que el Yemen es un buen sitio para llevar salmones y que sus habitantes los puedan pescar. Su representante en el Reino Unido, Harriet (Emily Blunt), y un funcionario del Centro Nacional para el Fomento de la Piscicultura, Alfred (Ewan McGregor), van a emprender esa curiosa aventura junto a él.

Es una adaptación de la novela homónima de Paul Torday con la que el cineasta se acomoda, fundamentalmente en lo temático, y toma una gran libertad para desarrollar el relato principal y los secundarios.

A partir de “una noticia de árabes y británicos que no tiene que ver con explosiones”. Ya era hora. El realizador orienta su narración, por los mismos derroteros simplistas pero efectivos de su anterior película “Querido John” (2010). Se limita en esta ocasión a centrar su mirada en el romance de la pareja protagonista, con muchos matices pero tan previsible como cabe esperar. Así, con la colaboración al guion de Simon Beaufoy, Hallström ofrece una sencilla fábula tan amable como inevitablemente insulsa en ocasiones, aparcando la mordaz crítica política y las posibilidades que ofrece el choque entre dos formas de entender y vivir en este mundo.

Nadie puede negar el buen oficio de este director, pero más allá de su evidente fluidez formal buena fotografía y acompañamiento musical-,“La pesca de salmón en Yemen” sólo se puede destacar desde la interpretación de su pareja principal, unos Ewan McGregor y Emily Blunt lo suficientemente peculiares desde sus perspectivas vitales como para sacar adelante el resultado final de la película. Sinceramente, podemos concluir que a pesar de ser otra oportunidad perdida para hacer una gran película, no está mal para dejarse llevar durante algo más de hora y media. Es entretenida y optimista al menos.