Las emociones que suscitan las brutalidades cometidas por el Ejército ruso en Ucrania, unidas al simplismo analítico de algunos comentaristas y medios de comunicación social, están dando lugar a que bastantes personas piensen que lo que está sucediendo en las fronteras del Este de Europa es fruto de la falta de escrúpulos de un autócrata especialmente perverso y agresivo. Por eso, de acuerdo a esta lógica, la agresión rusa tiende a valorarse básicamente en términos morales y de psicopatología de la maldad, prescindiendo de su dimensión geoestratégica; con el resultado final de una subestimación de los peligros reales a los que nos podemos enfrentar a medio plazo. Más allá de las imágenes de muerte y destrucción que tanto nos impresionan a todos los que tenemos un mínimo de sensibilidad humana.
Metapolíticas de Putin. ¿QUÉ SE ESCONDE TRAS LA INVASIÓN DE UCRANIA?
