El acuerdo alcanzado, el pasado 23 de diciembre, entre el gobierno, los sindicatos y la patronal para la reforma laboral, constituye una buena noticia para España, para el conjunto de la sociedad, y para la vida diaria de millones de españoles, porque a la vez que moderniza las relaciones laborales, es una pieza esencial para afrontar el cambio de modelo productivo que España necesita y está llevando a cabo. Esta buena noticia, coincide con un año 2021 donde se han creado 776.478 empleos, el mayor aumento de empleo desde 2005, y hay un 20 por ciento menos de parados.
Poniéndolo en perspectiva histórica, es la primera reforma laboral de calado que se alcanza con todos los agentes sociales en más de cuarenta años, y que va en la línea de recuperar derechos para los trabajadores. Por lo que tenemos que felicitarnos, y poner este hecho en valor. Destacando que frente a tanta crispación es posible llegar a acuerdos aun partiendo de posturas muy distintas y distantes al comienzo de una negociación.
Con este acuerdo, el gobierno, cumple con los ciudadanos ante los que se comprometió a establecer un marco de relaciones laborales basadas en el empleo de calidad. Cumple así, el apartado 1.3 del documento “Coalición Progresista, Un nuevo acuerdo para España”
“1.3.- Derogaremos la reforma laboral. Recuperaremos los derechos laborales arrebatados por la reforma laboral de 2012. Impulsaremos en el marco del diálogo social la protección de las personas trabajadoras y recuperaremos el papel de los convenios colectivos. En concreto y con carácter urgente:
- Derogaremos la posibilidad de despido por absentismo causado por bajas por enfermedad.
- Derogaremos las limitaciones al ámbito temporal del convenio colectivo, haciéndolo llegar más allá de las previsiones contenidas en el mismo, tras la finalización de su vigencia y hasta la negociación de uno nuevo.
- Derogaremos la prioridad aplicativa de los convenios de empresa sobre los convenios sectoriales.
Asimismo,
- Modificaremos el art. 42.1 del Estatuto de los Trabajadores sobre contratación y subcontratación laboral a efectos de limitar la subcontratación a servicios especializados ajenos a la actividad principal de la empresa.
- Limitaremos la capacidad de modificación unilateral de las condiciones del contrato por parte de la empresa.
- Revisaremos el mecanismo de inaplicación de los convenios colectivos, orientándolo a descuelgue salarial vinculado a causas económicas graves.”
Con este acuerdo, el gobierno cumple con una de las principales reformas con las que se comprometió con la Comisión Europea para acceder a los fondos de reestructuración, y sentar las bases para homologar las relaciones laborales de nuestro país con Europa. Concretamente, cumple con el componente 23 del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
Con este acuerdo, se deja atrás el modelo basado en la precariedad laboral, que agudizó la reforma laboral del PP en 2012, y se camina hacia la senda de una recuperación justa con empleo de calidad y reducción de la temporalidad.
Con este acuerdo, se consolida el empeño del gobierno en el diálogo y el consenso en cuestiones claves para los ciudadanos. Un empeño que se refleja en las tres prórrogas de los expedientes de regulación de empleo (ERTE) como consecuencia del impacto de la pandemia, la subida del salario mínimo interprofesional(SMI), la ley del teletrabajo, la ley rider, las reformas de pensiones, y ahora la reforma del mercado laboral. Un camino fructífero por el que habrá que continuar transitando durante el año 2022.
Con este acuerdo, entre otras cuestiones:
- Se potencia la contratación indefinida y el empleo estable. Se reduce el número de tipos de contratos, se generaliza el contrato indefinido, se limita la contratación temporal (máximo de tres meses por año) y fomenta el contrato fijo discontinuo.
- Se refuerza la negociación colectiva, reestableciendo el equilibrio entre empresarios y trabajadores. Se recupera la ultraactividad indefinida: los convenios se prorrogarán hasta que sean sustituidos por otros nuevos sin límite de tiempo. Y se acaba con la prioridad del convenio de empresa en materia salarial frente al sectorial, para terminar con el mecanismo de devaluación salarial instaurado por la Reforma del RDL 3/2012, garantizando los derechos de las personas subcontratadas.
- Se establece un cambio de paradigma en la formación de los trabajadores, impulsando la contratación formativa, inspirada en el modelo dual alemán y garantizando su coordinación con el sistema de Formación Profesional y con los estudios universitarios, dando nuevas oportunidades a los jóvenes.
- Se incrementan las sanciones por contratación irregular.
- Se perfeccionan instrumentos para poner freno a los despidos y proteger a las empresas, con el ERTE, que incorpora un mecanismo RED para hacer frente a las crisis cíclicas o sectoriales con flexibilidad interna negociada, formación y recualificación de los trabajadores y evitando los despidos. Además se impiden los ERE en las administraciones públicas.
Este acuerdo restablece el equilibrio en las relaciones laborales en España, va en la senda de incrementar los derechos de los trabajadores mientras se protege al tejido productivo, y hace posible una recuperación económica más justa e inclusiva.
Entonces ¿Por qué el PP quiere dinamitarla en el Congreso? Tendrá que explicárselo a los españoles.