María Sánchez, Seix Barral, Barcelona, 2019
Tierra de Mujeres pasó a mis manos directamente de las manos de su autora, tras escucharla embobada en una presentación en la que me abrió una nueva ventana hacia el conocimiento profundo de lo que representamos las mujeres, de nuestra aportación a la vida y a la sociedad, esta vez sobre las mujeres del mundo rural, la madre y el origen de la vida.
Tierra de mujeres es un grito de aprendizaje, un acto de reivindicación sobre las mujeres en el mundo rural, sobre su paso silencioso y silenciado por la vida y por el trabajo en el campo, su paso imprescindible y ocultado, ellas están ahí, cuidando a las personas, cuidando la tierra, los animales, las fincas, mimando la vida de forma callada, y muchas veces anónima, tan anónima que en la mayoría de las ocasiones trabajan sin figurar, sin obtener salario, sin que su nombre figure en escritura alguna de propiedad de una tierra y un espacio que es tan suyo y tan trabajado por ella como del hombre con el que comparte la vida.
Tierra de mujeres también es una reivindicación expresa sobre el mundo rural, sobre su importancia para nosotras, las personas que vivimos en las ciudades y que a menudo no sabemos ni reparamos de donde salen los alimentos que nos proporcionan sustento y subsistencia.
María Sánchez, que es veterinaria de campo, hija y nieta de veterinarios y última representante de una estirpe de mujeres trabajadoras del mundo rural, construye el relato de Tierra de mujeres con un lenguaje limpio, casi poético, recuperando palabras para nombrar que son una riqueza de nuestro lenguaje que se está perdiendo.
María Sánchez profundiza en este libro sobre el vínculo que nos une a la tierra, al campo, a lo rural, un vínculo que hay que cuidar y mimar, fuera de la explotación que hacen las multinacionales de la alimentación sobre los campos, nuestros campos, nuestra auténtica fuente de vida: la Madre Tierra.
Tierra de mujeres es un ensayo sobre la vida, sobre el significado profundo de la vida, que representamos las mujeres unidas a la tierra. Está narrado con lucidez, con determinación crítica, con la fuerza de las palabras que nombran y con muchísima ternura.
Recomiendo con pasión este libro, abre ventanas de conocimiento y creo que ayuda a construirnos como seres humanos conscientes. Imprescindible. Necesario.