¿Vamos a permitir que hasta el año 2308 no exista igualdad de género?

ONU mujeres y el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas (DAES) acaban de presentar el informe “El progreso en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS): Panorama de género 2022”.  En él, se señala que, al ritmo de progreso actual, harán falta 286 años para lograr una plena igualdad de género. Es decir, si no se reacciona ya, hasta el año 2308 no se logrará una igualdad de género programada para 2030.

286 años para alcanzar la igualdad de género, significa que no se podrá cumplir el Objetivo 5, lograr la igualdad de género, de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para el año 2030.

Pero, sobre todo, significa que las crisis globales que estamos padeciendo en forma de pandemia, de crisis económicas, sociales y políticas, junto con las tensiones geopolíticas, guerras como la invasión de Ucrania, el cambio climático, los desplazamientos forzosos, y los retrocesos en los derechos en materia de salud sexual y reproductiva, nos llevan al incumplimiento flagrante de los ODS y al aumento de la desigualdad de género, si no se actúa de manera enérgica por parte de los gobiernos y, sobre todo, de los ciudadanos de todo el planeta.

Hay que pasar a la acción. Movilizarse para cumplir con la igualdad de género en el año 2030.

¿De verdad vamos a permitir que pasen 286 años para cerrar la brecha que existe en cuanto a protección legal y eliminar leyes discriminatorias? Porque, como señala la ONU, hay que ser conscientes que las disposiciones constitucionales sobre igualdad de género, leyes que prohíben discriminación contra la mujer y leyes que exigen cuotas y garantizar la igualdad de derechos son elementos clave para garantizar que las mujeres tengan los mismos derechos.

¿De verdad vamos a permitir que pasen 140 años para que haya una representación equitativa de mujeres en posiciones de poder y liderazgo en el lugar de trabajo? Porque en 2020, las mujeres ocupaban menos de 1 de cada 3 cargos directivos (28,3 por ciento).  Y sólo 47 de los 151 países y áreas con datos han llegado a más 40 por ciento de representación.

¿De verdad vamos a permitir que pasen al menos 40 años para lograr una representación equitativa de las mujeres en los parlamentos nacionales? Porque en julio de 2022, las mujeres ocupaban solo 26,4 por ciento de los asientos parlamentarios a nivel global, y en 23 países, la representación estuvo por debajo 10 por ciento.

¿De verdad, y a pesar de los avances que se están produciendo en las leyes para abordar y prevenir la violencia contra mujeres, no se puede acelerar un poco más, para que no se tarden otros 21 años más, si se continua con el ritmo actual, para que estas leyes estén vigentes en todas partes? Porque una mujer o niña es asesinada por alguien de su propia familia cada 11 minutos, según Naciones Unidas.

¿De verdad vamos a permitir el retroceso que se está produciendo en la reducción de la pobreza (objetivo 1 de los ODS), que además se puede agravar con el aumento de los precios? Porque estamos hablando de que, para finales de 2022, alrededor de 383 millones de mujeres y niñas vivirán en la pobreza extrema —con menos de USD 1,90 por día— y 368 millones de hombres y niños estarán en la misma situación

¿De verdad vamos a permitir que no se cumpla el objetivo tres de los ODS (salud y bienestar) y dejar, como ocurre ahora, que más de 1.200 millones de mujeres y niñas en edad reproductiva (entre 15 y 49 años) vivan en países y zonas con algún tipo de restricción en el acceso a abortos seguros? ¿O 102 millones en lugares donde el aborto está totalmente prohibido?

¿De verdad vamos a permitir, a pesar de los avances, que solo el 26 por ciento de los países cuenten con sistemas integrales para realizar un seguimiento de las asignaciones presupuestarias de género? Porque el 59 por ciento de los países cuenta con algún mecanismo y el 15 por ciento carece de cualquier mínimo dispositivo para dar seguimiento a los presupuestos de género.

¿De verdad vamos a permitir que alrededor de 44 millones de mujeres y niñas, más que nunca y con datos de finales de 2021, se vean obligadas a huir de sus hogares por causas como el cambio climático, las guerras, los conflictos y las violaciones de los derechos humanos?

¿De verdad vamos a permitir que los conflictos armados, las guerras, las pandemias o cualquier crisis que se produzca acabe expulsando a las niñas de las escuelas y del acceso al aprendizaje? Porque el 54 por ciento de las niñas que no están en la educación formal en todo el mundo viven en países afectados por crisis. Y, además, cada año de educación adicional puede aumentar las ganancias que tendrá una niña cuando sea adulta en hasta un 20 por ciento y también repercutirá en la reducción de la pobreza, mejora de la salud materna, reducción de la mortalidad infantil, mejora de la prevención contra el VIH y descenso de la violencia contra las mujeres.

Espero que las respuestas a estas preguntas nos lleven a la acción. Nos lleven a movilizarnos por todo el planeta para hacer realidad la igualdad de género ya. Ahora es urgente y necesario un cambio de rumbo para lograrlo.

 

Fotografía: Carmen Barrios