La pandemia por el coronavirus nos sitúa, de lleno, en el marco de la sociedad del riesgo definido por Ulrich Beck. La única certeza de nuestro tiempo es el cambio permanente ante desafíos disruptivos, sean externos o internos, que exigen capacidad de respuesta institucional y política. Ahora estamos respondiendo a las emergencias sobrevenidas por la Covid-19, desplegando un escudo social sin precedentes como nos corresponde como socialistas. Pero otro desafío externo era y es el cambio social digital, al que no podemos adaptarnos de forma pasiva o reactiva, sino liderándolo desde políticas redistributivas y progresistas.