Alguien tendría que recordarle al líder del PP, por ahora Feijóo, y también a Rubiales, el suspendido presidente de la Real Federación Española de Futbol, esos versos de Machado donde decía que:
“Tras el vivir y el soñar,
Está lo que más importa:
Despertar.”
Tras la tensión acumulada durante estos meses de campañas electorales, los españoles al terminar julio resoplaron, no solo por las temperaturas de más de cuarenta grados, sino porque la España real era distinta en las urnas a la imaginada en las televisiones y en las más de 103 encuestas electorales que se publicaron, en el mes de julio, diciendo que el PP y Vox tendrían mayoría absoluta para gobernar en España.
Si, más de 103 encuestas, bajo el paraguas del llamado “consenso demoscópico” y financiadas por unas élites económicas, políticas y mediáticas que habían decretado lo que denominaban “la derogación del sanchismo” para ocupar de nuevo un poder que consideran de su propiedad. Daban por hecho que iban a volver a estar donde siempre consideraron que tenían que estar, para aumentar sus privilegios y su codicia. Pero se olvidaron de que estamos en democracia.
A estas personas sin alma, que se negaron a apoyar al Gobierno en la lucha contra la desigualdad que sufren muchos millones de españoles, hay que recordarles que la lucha contra la violencia machista, aumentar el empleo y su calidad, aumentar las becas, subir el Salario Mínimo Interprofesional, subir el Ingreso Mínimo Vital, y aumentar los impuestos a quienes más ganan y tienen para distribuir mejor la riqueza que se genera en España, es un acto de justicia y equidad, no un capricho. Un acto de justicia y equidad que, millones de españoles les recordaron en las urnas. Unas urnas que parece que no les despertó del todo de su ensoñación.
A estas personas sin alma, que consideran que el fin justifica los medios para llegar al poder, y que la intimidación y el matonismo son herramientas para conseguirlo, hay que recordarles que las encuestas del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), esas que tanto persiguieron junto a su presidente, fueron las que más se aproximaron a los resultados, porque la ciencia es algo distinto al trapicheo y la manipulación.
La España real, es una España de esfuerzo y de convivencia que se levanta cada mañana para sacar adelante a sus familias. Es una España que conoce, porque lo vive, que hay más personas que nunca trabajando en nuestro país. Pero que queda mucho camino por avanzar.
La España real, es la que se levanta contra la violencia machista, y disfruta con sus deportistas en sus victorias y los acompaña en sus derrotas porque las considera suyas.
La España real, quiere más cambios, prosperidad e igualdad para todos, frente a los negacionistas de todo para mantener sus privilegios y aumentarlos. ¿Quiénes son esas personas del Tribunal Administrativo del Deporte que no consideran muy grave que un jefe de un beso no consentido a una subordinada? ¿Quién los ha elegido y por qué? ¿Considerarían que no es muy grave que a sus madres, mujeres o hijas les ocurriera lo mismo? Ellos creen que no, la sociedad española que sí y es lo que va a prevalecer.
La España real, hoy más que nunca, no se va a callar. Pero, necesita cuanto antes un gobierno que se ponga en marcha para cambiar todas aquellas estructuras que favorecen la discriminación y los privilegios. La España real no entiende los juegos de calendario de un Feijóo que lo único que pretende es paralizar España con el objetivo de salvar su liderazgo en el PP.
¿Por qué tardar un mes para presentarse a la investidura a finales de septiembre? A lo mejor esté recordando otros versos de Machado donde decía:
“Demos tiempo al tiempo:
Para que el vaso rebose
Hay que llenarlo primero.”
El señor Feijóo y el señor Rubiales deberían saber que España ha cambiado. Y que el vaso ya ha rebosado, pero no en el sentido que ellos creen. La España real quiere un gobierno ya, y además van a exigir que derribe todas las estructuras de desigualdad que todavía permanecen en la sociedad española.
Es cierto que todo lleva su trámite, pero creo que una de las actuaciones que tendría que llevar a cabo el nuevo gobierno, cuando acabe la ensoñación de Feijóo, es la modificación de las estructuras de todas las federaciones deportivas de España y la modificación de la ley electoral para que las encuestas fake no se puedan volver a fabricar en masa, porque un derecho fundamental de los ciudadanos en democracia es el poder acceder a información veraz.
P.D.: Apoyo la huelga de las futbolistas. Habrá que estar atentos a que no vuelvan los mismos, que todavía están en la federación de futbol, a utilizar determinados medios de comunicación para criminalizarlas como ocurrió hace poco tiempo.